Visionario y enigmático, Leos Carax es el responsable de algunas de las escenas más hermosas del cine francés de los últimos 35 años, a través de una filmografía que no ha dejado de mostrar su dominio en el arte de la dirección. Genio poético con una imaginación desbordante, el «enfant terrible» del cine francés está acostumbrado a romper con los códigos y los géneros para inventar un universo poblado de visiones y fantasmas.
Con tan solo 24 años, debuta su carrera con una trilogía de la que brota la belleza urbana y nocturna de un París mágico. Filmada en blanco y negro, Boy Meets Girl (Chico conoce chica, 1984) es un homenaje al cine mudo, al universo de Cocteau y a las películas de Godard.
Con Mauvais sang (Mala sangre, 1986), oda a la velocidad y al amor protagonizada por Denis Lavant, Juliette Binoche y Michel Piccoli, Leos Carax impone su estilo hipersensible y experimenta un éxito internacional. Dominada por un universo estético contundente y un lirismo reivindicado, esta película policíaca expresionista ofrece una experiencia visual inédita.
En 1991, el director se embarca en un proyecto ambicioso, Les Amants du Pont-Neuf (Los amantes del Pont-Neuf): la recreación íntegra de un barrio parisino y el extenso rodaje de tres años ofrecen a esta oda al amor apasionado un estatus legendario en el cine francés.
Tras ocho años de silencio, Pola X (1999) supone el regreso de Carax a la Competición del Festival de Cannes. Tras esta adaptación de «Pierre o las ambigüedades» de Melville, vuelve a la Croisette con Merde, un cortometraje procedente de una fantasía colectiva en tres movimientos, Tokyo!, codirigida junto con Michel Gondry y Bong Joon-ho, y presentada en Un Certain Regard en 2008.
Finalmente, en 2012, Leos Carax vuelve a la Competición de Cannes con Holy Motors, una deambulación que aporta magia a la realidad y cotidianidad a la fantasía. Una nueva declaración de amor por el cine protagonizada por Édith Scob, la actriz de Les yeux sans visage (Los ojos sin rostro), de Georges Franju.
«Cada película de Leos Carax es todo un acontecimiento. ¡Y esta cumple con lo prometido! Annette es un regalo esperado por los apasionados del cine, de la música y de la cultura. Un regalo de quienes tanto hemos echado de menos desde hace un año», señala Pierre Lescure, presidente del Festival de Cannes.
«No podríamos haber soñado con un reencuentro más hermoso con el cine y la gran pantalla, en este Palais des festivals, donde las películas vienen a afianzar su esplendor», concluye Thierry Frémaux, delegado general. «El cine de Carax se impregna de esos poderosos gestos, de esas alquimias misteriosas que conforman el secreto de la modernidad y de la eternidad del cine».